Opinión De Mario Benedicto Parra: El silencio de los jurados – Lo que sucedió el pasado 13 de marzo con motivo de los comicios al Congreso de la República no fue culpa del señor registrador nacional del Estado Civil Alexander Vega Rocha, sino de los jurados de votación, muchos de ellos jóvenes universitarios que demostraron no tener la capacidad de diligenciar un simple formato como el E14. ¿Qué dificultad había en poner unos números en el formato y realizar una elemental suma? Además de lo anterior, se evidenció la falta de competencia en la escritura y la lectura.
Todos sabemos que las irregularidades que se produjeron en el conteo de los votos y en la información que se consignó en los formularios E-14, recayó en los jurados de votación porque les quedó grande sumar, escribir y leer.
Pero aparte de la incapacidad de los jóvenes en materia de sumas, escritura y lectura, se evidenció también la falta de valores como la honestidad. Lo que se presentó, la verdad sea dicha, fue una vergüenza y una afrenta a lo poco que nos queda de democracia.
Todo esto es el resultado de una situación que se viene presentando por la mediocridad en la educación y consecuencia de ello es que muchos jóvenes universitarios son incapaces de realizar una simple suma sin la ayuda de una calculadora, no saben leer -entre otras cosas, porque no leen- y se les dificulta redactar un párrafo.
Debemos ser conscientes de que en la educación está el futuro de las nuevas generaciones. ¿Qué será del desarrollo y progreso de un país, si vamos a tener profesionales sin competencias y capacidades para ejercer sus profesiones?
Lo inquietante es que muchos de estos estudiantes de hoy, serán los profesionales que formarán generaciones más adelante en su rol de docentes. ¡Hasta pronto!
