Hace doscientos dos años que se inicio la gesta libertadora camino a la República y aún seguirnos buscando el camino que nos de la soberanía y autonomía, pero cuándo será ese cuando y esa dichosa mañana, que los colombianos despertemos con el Gracias Señor por hacernos libres!
Por en pleno siglo XXI cundo se supone esta abolida la esclavitud, seguimos de esclavos y bajo el yugo extranjero, miremos qué esta pasando aquí en opitilandia…la Hidroeléctrica de Betania funciona desde 1985 con tres turbinas cada una de 170 mil kilovatios hora, generando energía para l bolsillo de los españoles, quienes debería haber apagado ya la primeras turbina por la sedimentación del embalse, cuya vida útil total es de 40 años, pero con los embates de la naturaleza se redujo a 30 años y sí no miremos el estado de las tierras que una vez fueron productivas e inundadas como la del Hobo y el mismo Campoalegre, convertidas en extensiones áridas y desoladas, donde antes fue progreso y producción, hoy es abandono y desolación; por eso el afán de los chapetones de activar el Quimbo para defender a Betania que es del mismo bolsillo y exportan nuestra energía que vale más que oro del Dorado que buscaban su ancestros.
Pero ahí no queda toda la injerencia española, tenemos que la telefonía es también de ellos, después de que Colombia tenía a Telecom, como empresa líder en Suramérica hoy es historia y agregamos a los mexicanos que han sido Claros! En quedarse con el resto de las comunicaciones; amén de la explotación petrolera, sin olvidarnos de la banca que se lleva billones de pesos producto de la esclavitud financiera a que nos someten los capitales extranjeros y la corrupción de nuestros seudo dirigentes, vendidos y arrodillados a los norteamericanos, quienes montan sus bases militares y somos idiotas útiles en el negocio del narcotráfico, para ahora meternos en cintura en el mundo de los biócarburantes sin descontar los abusos en materia de recursos naturales, como las plantas medicinales que se llevarán para luego meternos como medicamentos y vacunas, sin contar con la esclavitud a que someterán a los campesinos colombianos con el TLC.
Con desfiles militares, mostrando armas, aviones, barcos y tanques importados y extensos y demagógicos discursos, para luego elevar el incensario mutó en el Capitolio Nacional, instalando un Congreso que a la postre es el responsable de lo que le sucede a este País encomendado al Sagrado Corazón de Jesús; olvidándonos que lo que necesita el pueblo colombiana en verdad es corazón para enfrentar la realidad de una nación que aún busca su independencia, pero hay que empezar por independizarnos de la clase política anacrónica y subyugante, que sólo busca al elector en sus gestas politiqueras y veintejulieras …pues no vamos a tener la verdadera independencia!
